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11 ene 2010

ESTIMULACIÓN TÁCTIL


El tacto es uno de los sentidos más importantes en lo que a efectividad de la estimulación se refiere. Es, además, un sentido que nos permite muy diversas formas de actuación.Para comprender su importancia, debemos tener en cuenta que es la primera y principal estimulación de la que se nutre el cerebro del bebé recién nacido. Todos hemos oído decir que el contacto y el afecto que se muestran al bebé le son tan necesarios como el alimento para que sobreviva. Este afecto sólo podrá transmitirse a través del tacto, y es de esta misma manera como se establece la primera comunicación con el pequeño.



  • Desarrollo de la percepción táctil

La piel del bebé es especialmente sensible a determinados estímulos. Responde a los cambios de temperatura y también al dolor. La sensibilidad al dolor empieza a acusarse hacía los diez días y se manifiesta a través del llanto. Hasta el año y medio parece ser que se tiene una sensación global, no localizada, del dolor. Desde los primeros días el niño muestra una temperatura ambiente, los bebes mantienen la temperatura, y si hay una leve disminución en la temperatura del cuerpo aumentando la actividad corporal.El bebé, a través del tacto, descubre donde termina su propio cuerpo (por roce de la piel con la ropa, las caricias del adulto, la presión, la manipulación, etc). Cuando su desarrollo motor se lo permita podrá tener acceso a un mayor número de estímulos y empezar a apreciar las distintas cualidades de los objetos, como la suavidad, forma, aspereza, frialdad, dureza, etc.En los primeros momentos después del nacimiento el sentido del tacto va a estar esencialmente ubicado en la zona de la boca y los labios; después ésta va a ir desarrollando particularmente en las manos, yemas de los dedos, palmas de pies y cara.Cabe mencionar, dentro de las alteraciones, la insensibilidad al dolor, que puede resultar peligrosa, ya que supone una señal de alarma y aviso al organismo.

ESTIMULACIÓN GUSTATIVA


La estimulación gustativa se desarrolla basándose en dos pilares: uno es la alimentación y el otro es el afecto, así pues en determinadas ocasiones el hecho de tomar pecho o alimentación sustitutiva depende de cómo el bebé perciba el momento de la comida.


  • Principales sabores
    La superficie de la lengua está cubierta de unas 10.000 papilas gustativas o terminaciones nerviosas sensibles, que detectan los cuatro gustos fundamentales: salado, ácido, dulce y amargo.
    · DULCE: azúcar, melón, miel, higo, melocotón, pera, plátano, uva, etc.
    · SALADO: sal, fiambres, bacalao, frutos secos, anchoas, ahumados, etc.
    · ACIDO: limón, pomelo, tomate, lima, membrillo, yogur natural, etc.
    · AMARGO: cacao natural, café, te, alcachofas, coliflor, almendras, aceite de oliva, etc.
    Además de estos podemos detectar también con la lengua lo áspero, lo suave, lo jugoso, lo denso, lo seco, lo blando, lo duro, lo crujiente, lo picante, así como lo frío o lo caliente.

ESTIMULACIÓN VISUAL


La estimulación visual está estrechamente relacionada con el desarrollo visual, pues logra que un niño se interese por su entorno, quiera explorarlo y saber qué es. La mayoría de los niños desarrollará la capacidad de ver de una forma espontánea, sin embargo en la mayoría de los casos, no lo hará de forma automática, por ello se le deberá estimular visualmente mediante un programa sistemático encaminado a desarrollar sus funciones visuales, ya que cuanto más se mira y se usa la visión más eficacia visual se logra obtener. Por tanto, la visión, es una función aprendida, y su calidad puede mejorarse con entrenamiento durante un periodo de tiempo adecuado. Una adecuada estimulación, la experiencia previa, la motivación a ver, el cultivo de la atención, las necesidades que le van a surgir y el aprendizaje harán que las capacidades visuales innatas se realicen y se perfeccionen; para que esto ocurra se necesitará de un guía y de una planificación.


  • Necesidades y objetivos.

    Es importante tener en cuenta que las necesidades y los objetivos que se pretenden conseguir con la estimulación visual ya que cambiarán a medida que el niño vaya creciendo. Estos serán modificados de acuerdo con su edad y desarrollo. Así, consideraremos los siguientes factores:
    · Niños de 0-1 años: necesitarán estimulación visual relacionada con su entorno familiar inmediato.

    · Niños de 1-3 años: se elaborará un programa de orientación y movilidad que se adapte a sus necesidades. Se les instruirá en la medida de lo posible en el uso de telescopios para percibir pájaros y animales, ir al circo o contemplar un paisaje.

    · Niños en edad escolar: necesitarán ver la pizarra y al profesor. Además requerirán la lectura de libros de texto, y el acceso a bibliotecas. Para solventar los problemas que puedan presentar se prescribirán ayudas visuales, para que sean utilizadas tanto en casa como en el colegio. Se tendrá en cuenta que sean manejables y que las puedan llevar plegadas de un sitio a otro.

ESTIMULACIÓN AUDITIVA


La estimulación auditiva ayuda al niño a conocer el mundo que lo rodea, creando y fomentando hábitos permanentes que se repiten en circunstancias idénticas, permitiéndole adaptarse y conservar estos hábitos. Además, la evolución del niño en estos años es fundamental, hasta el punto de marcar el posterior desarrollo y desenvolvimiento de la persona a lo largo de su vida. Una correcta estimulación podrá favorecer de por vida al niño.


  • ¿Cómo deben ser las sesiones de estimulación auditiva?

    Las sesiones han de sujetarse a un orden y desarrollarse conforme a unos principios:
    – La madre o familiar encargado del niño debe estar presente en la sesión. Debe ser una actividad agradable, que la motive.
    – El juego debe ser espontáneo, determinado por los intereses del niño.
    – Es muy importante el contacto corporal, esto llevará al niño a interactuar más con las personas y el medio que le rodean.
    – Debemos tener cuidado de no sobreestimular.
    – Todo lo que el niño recibe a través de sus sentidos, se considera estímulo, no debemos descuidar ninguno de ellos, para él es más atractivo poder oler, ver y oír, por ello debemos estimular auditivamente pero darle objetos para que pueda experimentar y conocer.
    – Los períodos han de ser cortos (20-30 min) siempre dependiendo de la edad del niño/bebé.
    – Procurar un ambiente relajado, sin ruidos y sin interrupciones.