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La estimulación auditiva ayuda al niño a conocer el mundo que lo rodea, creando y fomentando hábitos permanentes que se repiten en circunstancias idénticas, permitiéndole adaptarse y conservar estos hábitos. Además, la evolución del niño en estos años es fundamental, hasta el punto de marcar el posterior desarrollo y desenvolvimiento de la persona a lo largo de su vida. Una correcta estimulación podrá favorecer de por vida al niño.
- ¿Cómo deben ser las sesiones de estimulación auditiva?
Las sesiones han de sujetarse a un orden y desarrollarse conforme a unos principios:
– La madre o familiar encargado del niño debe estar presente en la sesión. Debe ser una actividad agradable, que la motive.
– El juego debe ser espontáneo, determinado por los intereses del niño.
– Es muy importante el contacto corporal, esto llevará al niño a interactuar más con las personas y el medio que le rodean.
– Debemos tener cuidado de no sobreestimular.
– Todo lo que el niño recibe a través de sus sentidos, se considera estímulo, no debemos descuidar ninguno de ellos, para él es más atractivo poder oler, ver y oír, por ello debemos estimular auditivamente pero darle objetos para que pueda experimentar y conocer.
– Los períodos han de ser cortos (20-30 min) siempre dependiendo de la edad del niño/bebé.
– Procurar un ambiente relajado, sin ruidos y sin interrupciones.